Este como muchos otros es un caso donde una persona abusa de la institución y del sistema educativo.
Escribiremos unas líneas acerca del ya mencionado lic. Martínez y Martínez, el cual durante este tiempo que llevamos aquí se ha caracterizado por hacer notar a los compañeros alumnos que esta encerrado en círculos burocráticos, nepoticos y despóticos, de influyentismo y no sabemos que otros “privilegios”.
Esta persona se jacta de decir a cuatro vientos que su posición burocrática le permite soportar cualquier queja contra su trabajo, aunque la queja sea que no acude a las clases, menciona que cualquier instancia es insuficiente, al menos en el instituto, para llamarle la atención o cuestionar su trabajo.
Creemos que con esas declaraciones a los compañeros el supuesto profesor deseaba en sus entrañas adquirir cierto protagonismo, y lo ha conseguido relativamente, ya que de un tiempo hasta ahora es muy señalado por sus desplantes despóticos en las contadas “horas de clase” y por hacer ver a todos hasta donde puede el influyentismo.
Pues su objetivo ya fue alcanzado, los alumnos se expresan de él de la forma antes expuesta, por eso se le otorga este escrito.
Y al mismo tiempo nos preguntamos:
¿Para que queremos y soportamos personas así?
¿Qué visión de educación tendrá este señor?
¿Cómo seria su trabajo sin alumnos?
Nosotros también creemos que mejor
¡¡¡DISFRUTELO!!!
Escribiremos unas líneas acerca del ya mencionado lic. Martínez y Martínez, el cual durante este tiempo que llevamos aquí se ha caracterizado por hacer notar a los compañeros alumnos que esta encerrado en círculos burocráticos, nepoticos y despóticos, de influyentismo y no sabemos que otros “privilegios”.
Esta persona se jacta de decir a cuatro vientos que su posición burocrática le permite soportar cualquier queja contra su trabajo, aunque la queja sea que no acude a las clases, menciona que cualquier instancia es insuficiente, al menos en el instituto, para llamarle la atención o cuestionar su trabajo.
Creemos que con esas declaraciones a los compañeros el supuesto profesor deseaba en sus entrañas adquirir cierto protagonismo, y lo ha conseguido relativamente, ya que de un tiempo hasta ahora es muy señalado por sus desplantes despóticos en las contadas “horas de clase” y por hacer ver a todos hasta donde puede el influyentismo.
Pues su objetivo ya fue alcanzado, los alumnos se expresan de él de la forma antes expuesta, por eso se le otorga este escrito.
Y al mismo tiempo nos preguntamos:
¿Para que queremos y soportamos personas así?
¿Qué visión de educación tendrá este señor?
¿Cómo seria su trabajo sin alumnos?
Nosotros también creemos que mejor
¡¡¡DISFRUTELO!!!
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